El verano ya es pasado. Se termina el buen tiempo y la vida comienza a cambiar poco a poco hacia tiempos más fríos y menos claros. La gente regresa a la rutina diaria, tan aburrida y vista, para terminar cayendo en una época en la que, además de la vuelta al "curro" y a la monotonía, se redescubren sensaciones casi olvidadas con
tanto calor, baño en la piscina o descanso en la playa.
El otoño, para mí, significa un período inestable, con muchos cambios. Aparte del tiempo variado, unos días lluvia y otros sol, lo que más me fascina de esta estación es como transforma por completo los lugares por donde pasas habitualmente sin casi percatarte de ello. Los árboles y arbustos cambian de tonos a medida que pasan los días para crear paisajes llenos de belleza y sorpresas. Asimismo, el otoño alberga fiestas y celebraciones tan divertidas y emblemáticas como Halloween o el Día de acción de gracias. Aunque también es cierto que resguarda otras que sirven para recordar como El día de todos los santos, quizás un poco tristes.
El otoño también es un tiempo para la preparación. No solo para los animales que deben organizarse para el invierno sino para todos y cada uno de nosotros que deberíamos prepararnos bien mentalmente para comenzar una nueva etapa en el trabajo o en la escuela y, por tanto, llevarla lo mejor posible, siempre con optimismo y ganas de vivir .
En resumen, esta época tan maravillosa que acabamos de comenzar, el otoño, debe ser un tiempo de alegría y armonía con todo tu entorno porque, por muchas desventajas que parezca que tenga, siempre estará allí cada año para vivirlo con felicidad.
Tienes toda la razón las estaciones siempre nos dan la oportunidad de renovarnos y cada una tiene su lado bueno
ResponderEliminarMe ha encantado